martes, 17 de febrero de 2009

Jóvenes hacia la Libertad


Existen muchos documentos que expresan la grave situación por la cual los jóvenes de hoy se están perdiendo. Cada texto que intente ser objetivo con respecto a las diversas problemáticas de la juventud nos va a arrojar como datos que millones de jóvenes son victimas del empobrecimiento y de la marginación social. Tal vez esto tenga que ver con la falta de educación proveniente del seno familiar como también de la poca importancia que los mismos le dan al desarrollarse como personas. O puede ser también que las exigencias del estereotipo del mundo los llevan a preocuparse por cosas que no hacen a la felicidad del ser humano. Esto sumado a la proliferación del narcotráfico en los países latinos hace un combo mortal que no solamente atrae a cada vez más jóvenes si no que los lleva a la degradación de ellos mismos. Muchas veces escuchamos que a causa de estos males existen pandillas que atacan a vecinos o jóvenes que comienzan desde temprana edad a cometer hechos delictivos. Pero tampoco debemos olvidar que ellos también son victimas, por que nunca se llevo a cabo una política de estado concreta para trabajar sobre los jóvenes. Es como si no importara que las chicas se inmiscuyan en la prostitución, ni que los niños de pequeños comiencen a ser alcohólicos. Muchos jóvenes viven adormecidos dentro del retardó moral y de valores que proponen los medios masivos de comunicación y los sistemas que nos traen las modas como alternativas a una cultura de bien que fue desapareciendo con el tiempo. Todo esto genera en la juventud nuevos paradigmas que no van a ser resueltos al menos hasta que dentro de la moderación del pensamiento se comience a tener en cuenta que los valores, la ética y la moral están por encima de los sueños que nos proponen las clases dominantes y aquellas modas cada vez mas confusas y carente de sentido común.
Ojo que esta visión del mundo no es algo nuevo, porque el retardo del pensamiento y el sometimiento de la juventud se viene dando desde hace mucho tiempo. Al menos desde que tengo uso de razón las clases económicas que intentan sublevar a países sub-desarrollados como ellos dicen son los que se fueron encargando de inventar ideales de lo que debería ser la juventud y de poner presión sobre los jóvenes que sin saber quienes son intentan parecerse a lo propuesto por las tendencias del mundo capitalista. Con esto quiero resaltar que el imperio siempre intento presionar a los jóvenes para que sean cada vez mas frustrados y con menos ganas de cambiar su propia realidad. No obstante también atacan la educación proponiendo a través de la globalización el ejercicio de conseguir todo lo que se necesita de forma mas simple y rápida, de modo de no comprometerse ni esforzase. Esto quito poder a una juventud que antes crecía de gran manera, sumando cada vez mas pensadores que no buscaban el poder para adaptarse al mundo si no para cambiarlo. Pero el sistema dominante fue matando las aspiraciones, tomando de rehén los sistemas educativos e inculcando en los países como ellos llaman miserables, los sistemas educativos que no son mas que funcionales al plan de generar ineptos. De esta forma el progreso de los países que vienen luchando por un lugar en el mundo será nulo, porque si ahogan con estas formas de políticas a la juventud no habrá crecimiento real ni cambio alguno. Si bien todo pensamiento es relativo, es indiscutible que el imperialismo viene asesinando los anhelos de la juventud. Solo que pocos pueden advertir esto, debido a que están tan instaladas las herramientas de este sistema sobre la mente de los jóvenes que es harto importante comenzar a reflexionar sobre la vida que llevamos y dejar de ser funcionales a un mal que esta destruyendo una sociedad que podría estar creciendo en pos de buscar un futuro de igualdad. Una igualdad que no llegara mientras la codicia de los sectores políticos y la de los jóvenes no pare, una justicia que no será realidad al menos hasta que en los corazones de la juventud no existan tan grandes deseos contrarios a la no dependencia. Hoy existen no solamente adicciones como el alcohol y las drogas, los jóvenes también están muy arraigados a adicciones como lo son la codicia por ser popular, conseguir la admiración a como de lugar, y ser prestigioso aunque esto signifique perder el poco prestigio que nos queda. Todo esto demuestra que para la juventud ya no es mejor aquel que piensa y razona por si mismo, si no que el mejor es aquel que confabula con la moda y tiene conductas que son criticables por aquellas personas que tienen mesura en sus actos y aman la vida. Todo esto también es parte del sistema capitalista que propone el consumismo como modo real de vida y la moda como única forma de ser aceptable en una sociedad que esta creciendo cegada por los afanes que les proponen. De aquí nacen la insatisfacción a causa de no lograr lo que parecería bueno para la vida y así crece la inmoralidad en búsqueda de objetivos equívocos y crece la brecha entre una persona de bien y otra corrupta.
Como conclusión los jóvenes de hoy debemos hacer un coto en la desenfrenada vida que nos propone el sistema y reflexionar sobre cuestiones tan importantes como encontrarle un sentido a las problemáticas que nos avasallan el futuro, y evaluar las distintas alternativas que tenemos para encarar la realidad sin ser obsecuentes de actitudes que no sirven. Debemos tener una actitud clara, y una determinación inalterable para salir a luchar, pero la lucha debe ser en el plano del pensamiento constructivo y no desde la agresividad a la que nos inducen, porque de este modo seriamos el chivo expiatorio de los críticos y de los medios de comunicación que son inconsecuentes y versátiles a sus propios valores. Pero lo peor es que no solo debemos luchar contra los ataques del águila imperialista, si no también que debemos pelear arduamente contra todo lo que nos metieron en la cabeza. Todas aquellas modas que supuestamente nos hacen bien, las propagandas que nos llevan al consumo, la manipulación de nuestro entorno y por sobre todo el entender que las necesidades artificiales no son necesidades de vida o muerte. Debemos trabajar para que la juventud de hoy comience ser libre de toda presión, que no sea consumida por ilusiones ajenas y que sus expectativas sean crecer en armonía con el resto de los hermanos de nuestra tierra. Para esto debemos dejar de cobijarnos bajo las alas del águila imperialista y debemos sacar nuestras propias alas para comenzar a volar valiéndonos de nosotros mismos, de nuestras esperanzas y no de las ajenas. Para esto no solamente necesitamos tener coraje si no que el valor para afrontar los riesgos de pelear contra el sistema. De última el sistema más de lo que destruye la mente de los jóvenes no puede hacer. Ya tenemos la derrota entre nosotros ahora solo debemos salir a invertir esta realidad y ganar retomar como hace 30 años el camino a la victoria.

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