lunes, 17 de octubre de 2011
Quilmes merece un cambio
Cuando imaginamos el futuro todos tratamos de soñar con un Quilmes mejor. Pero cuando vemos el presente solo vemos un record Guinnes de promesas incumplidas, de obras irrealizadas y la adjudicación de obras que no se realizaron por la gestión municipal. En estos últimos cuatro de gobierno solo vimos promesas electorales quebradas. Un municipio que no era el mejor pero que no estaba tan mal como lo está hoy. Nunca en mi vida me hubiese imaginado caminar por una Peatonal Rivadavia tan sucia como lo está ahora. Esta gestión fue un piquete de ojo para los Quilmeños que eligieron al actual intendente.
Quedan muchos interrogantes en aquellos que amamos Quilmes, el intendente al incumplir tantas obras ¿se convierte en un mentiroso o en un irresponsable? El que conoció el Quilmes de antaño y vuelve a nuestra ciudad pensara que por aquí paso un terremoto. Que fuimos víctimas de algún tipo de saqueo o de la peor ineficiencia gubernamental de los últimos años de democracia. Pero bueno hay que dejar de lado la crítica y trabajar para cambiar la realidad. Lo primero que debemos hacer para cambiar es presentarnos el 23 de octubre a votar y a decirle CHAU BARBA.
Son muchas mentiras las que hemos soportado en esta gestión, entre ellas las calles que no se asfaltaron, las que se asfaltaron mal, las que directamente se anunciaron como asfaltadas y todavía siguen siendo de tierra. La falta de limpieza, los barrios abandonados, y tantas otras mentiras que llevaron a nuestra ciudad a la penosa realidad. Esto sin mencionar siquiera los aumentos de tasas municipales injustificadas. A esto debemos agregarle que muchos barrios pagan altísimos impuestos en concepto de alumbrado, barrido y limpieza, seguridad y no reciben ninguno de estos servicios, al contrario, estos barrios están cada vez más sucios, menos alumbrados y llenos de inseguridad.
Entonces este 23 de octubre tenemos la oportunidad histórica de torcer el brazo a la corrupción y la mentira en Quilmes. No debemos dejar que nos mientan más. Quilmes merece un cambio, y el cambio es decirle CHAU A ESTA GESTION!
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