El fallo del juez Griesa sirvió para poner en evidencia lo tilingo y
siniestro que es el medio pelo gorila. Claro está, esto es porque se
puso algo así como contento por la
decisión
del más buitre de los jueces del mundo que se puso a favor de los
fondos de la misma calaña. Todo esto también sirve para poner en
evidencia la rapacidad malvada y perversa de los dueños del sistema
financiero mundial que tienen en su mano a hombres como Griesa que se
relamen por atacar a países como Argentina que, ahora (y a dios gracias)
está de pie defendiendo su soberanía en distintos frentes. Queda claro
que nuestro país va a apelar la decisión que se tomó desde Nueva York
para que Argentina le pague en un 100% a los fondos buitres una deuda
que, como bien señaló el ministro de Planificación Julio De Vido, viene
acumulandose desde la época inmoral en la que Martínez de Hoz era
ministro de economía. Toda la clase política (sin distinción de partidos
o ideologías) tendría que repudiar este ataque buitre a nuestro país.
Pero no. Reina en buena parte de la oposición y en toda la prensa del
Establishment un alegre festejo por la decisión de Griesa que representa
un grave perjuicio para Argentina. No solo para el gobierno, que va a
hacer todo lo posible para revertir esta situación que podría
representar un dolor de cabeza económico. De todas maneras hubo
dirigentes de la oposición como Ricardito Alfonsín que repudiaron la
decisión de Griesa. Lo que llama la atención también es enterarse de que
hay ciudadanos comúnes que, en el colmo del cipayismo tilingo
mediopelista, se alegraron de esta decisión creyendo que esto es un
ataque al kirchnerismo. Son tan pelotudos algunos que son capaces de
festejar con un "aguante Griesa". Ponerse a favor de los fondos buitres,
o justificar una decisión política (altamente cuestionable) como la que
tomó Griesa (anciano de 82 años graduado en Harvard). ¿De qué se trata
la famosa decisión? Básicamente Griesa lo que hizo fue rechazar una
petición que Argentina había realizado para mantener una orden previa
que detenía el pago de bonos soberanos impagos. Los que desean cobrar
esos bonos son inversores que se habían negado a aceptar la
re-estructuración de la deuda que había hecho nuestro país. Griesa ahora
ordena que Argentina pague el 100% de lo adeudado a esos inversores que
se habían rehusado a participar en dos canjes de bonos de deuda
soberana impaga. En parte se puede decir que Griesa actúa por despecho,
en respuesta a declaraciones del gobierno nacional que había anunciado
que no se les pagaría a los fondos buitres. Ahora según la decisión de
Griesa, que todavía falta que se confirme en una segunda instancia,
Argentina tendría que pagar a los holdouts el 100%, o sea la suculenta
cifra de 1330 millones de dólares. Tal como plantea el doctor en
ciencias políticas, Alfredo Eric Calcagno, "el fallo impide la
reestructuración de las deudas soberanas". Veremos como sigue esta
historia.
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