José María Arguedas Altamirano, Nació el 18 de enero de 1911 en Andahuaylas. Amante de la literatura Quechua y estudioso del folclore de su país, supo combinar, a lo largo de su carrera, sus actividades de novelista y traductor de libros en lengua de los pueblos originarios con las tareas de etnólogo.
Tras recibir formación académica en Ica, Huancayo y Lima, se intereso por el desarrollo tanto de la cultura occidental como de la originaria, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima para estudiar Literatura.
A partir de 1935, José María comenzó a publicar sus obras, dentro de las que se destacan “Agua”, “Yawar fiesta”, “Diamantes y pedernales”, “Los ríos profundos”, “Todas las sangres” y “El zorro de arriba y el zorro de abajo”. Pero no toda su vida giró en torno a la literatura: también trabajó como auxiliar de la Administración Central de Correos de Lima, fue nombrado profesor de castellano y geografía en el departamento de Cusco (cargo a través del cual descubrió su vocación de etnólogo), colaboró con el Ministerio de Educación (donde fue designado Conservador General de Folklore y Jefe de la Sección Folklore, Bellas Artes y Despacho), representó al profesorado peruano en el Congreso Indigenista Interamericano de Patzcuaro, fue nombrado Jefe del Instituto de Estudios Etnológicos del Museo de la Cultura Peruana y dirigió la revista “Folklore americano”, entre otras actividades.
Ejemplo de pasión por la escritura y por la defensa y promoción de los derechos de los pueblos originarios, a través de la educación supo alcanzar el respeto de sus lectores y el reconocimiento de un amplio margen de instituciones que valoraron la vía de la comunicación que empleo para regalarnos experiencias, sueños, realidades, entre otras. Hoy nos planteamos sobre la necesidad de la profundización del proyecto nacional y popular y una de las claves para vivir un futuro de dignidad es la educación y la cultura
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