jueves, 31 de enero de 2013

¿Calor? recomendaciones para cuidar la salud


¿Calor? En los últimos años las olas de calor se han duplicado en todo el planeta. Al tomar por base las temperaturas de verano registradas de 1951 a 1980 y cotejarlas con las actuales, los expertos vieron que se produjo un sustancial aumento de las anomalías relacionadas con el calor. Se conoce como “ola de calor” al período de tiempo consistente en más de tres días durante los cuales las temperaturas alcanzan o superan los 32º C. Sin embargo, aunque no son tan destructivas como otros eventos naturales, las olas de calor pueden llevarse las vidas de muchas personas y, de hecho, así sucede. Una ola de calor no es un enemigo visible, apenas se conocen sus movimientos y su efecto no se siente hasta que pasa un tiempo. Ataca a sus víctimas lentamente, sobre todo a la población más vulnerable. Ancianos, niños y personas con determinadas enfermedades, como por ejemplo, las enfermedades coronarias. Sin embargo, también los jóvenes y las personas que están sanas pueden sucumbir ante una ola de calor. También diferentes situaciones durante una ola de calor pueden poner en riesgo nuestra salud: beber alcohol, hacer ejercicio físico, tomar una medicación que altere la habilidad del cuerpo a regular su temperatura, etc. Las personas sufren de un golpe de calor cuando el sistema que controla la temperatura del cuerpo se sobrecarga. Generalmente, nuestro cuerpo se mantiene con la misma temperatura sudando, pero en determinadas ocasiones, el sudor no es suficiente. En estos casos, la temperatura del cuerpo de la persona aumenta rápidamente. Un aumento notable de la temperatura del cuerpo puede causar daños en el cerebro y en otros órganos vitales.

Medidas para combatir las “olas de calor”


Evitar actividades estresantes y que requieran mucha actividad física. No hacer ejercicio al sol.
Beber muchos líquidos, incluso si no siente sed.
Mejor estar en el interiores y con aire acondicionado.
Vestir con ropa ligera y con colores claros que reflejan la luz del sol.
Protegerse la cara y la cabeza del sol.
Evitar una exposición prolongada al sol.
Cubrir las ventanas por las que entre más sol con toldos, cortinas, persianas o productos especiales para evitar los rayos más dañinos del sol.
No consumir bebidas alcohólicas y cafeína en exceso.
Evitar las comidas copiosas y comer más a menudo. Evitar las comidas ricas en proteínas.
NUNCA dejarr niños o animales solos dentro de un vehículo cerrado. Esta clase de exposición al sol puede matar en sólo unos minutos.

Los ancianos, niños, obesos y enfermos deben tomar más precauciones. Deben beber mucho agua para evitar la deshidratación.

La mayoría de las desgracias humanas durante una ola de calor tienen lugar porque las víctimas han estado sobre-expuestas al calor o han estado haciendo ejercicio físico demasiado fuerte para su edad o condición física.

Las condiciones idóneas para desarrollar enfermedades relacionadas con el calor incluyen las condiciones atmosféricas y la mala calidad del aire. Por ello, las personas que viven en zona urbana están más expuestas a las olas de calor prolongadas que las que viven en zonas rurales.

El asfalto mantiene la temperatura por más tiempo y, por lo general, despide el calor acumulado del día por la noche, lo que también puede causar elevadas temperaturas nocturnas.

Síntomas de un golpe de calor

Algunos síntomas que avisan de un golpe de calor son los siguientes:

Una temperatura corporal extremadamente alta.
Piel seca, caliente y roja.
Pulso rápido.
Dolor de cabeza
Mareo
Confusión
Pérdida del conocimiento.

Si alguien de su entorno experimenta estos síntomas, acuda de inmediato a urgencias o llame a una ambulancia.

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