La
música crea conciencia colectiva: La música muchas veces como espacio
colectivo pretende amplificar la voz rebelde de los distintos pueblos
latinoamericanos y colaborar con la unión incipiente de los artistas y
protagonistas que en este continente entienden la necesidad de la
cultura rebelde, de combate y transformación como eje del
trasvasamiento.
Sin cadenas de oro pero intentando brillar, la música enseña lo que en otros lados no se ve, lo que otros no quieren mostrar. Comprometida con difundir y ser parte de la vida cotidiana la música que recorre las calles de Nuestra América, persigue un camino, no de la imitación de los modelos que difunde la industria del entretenimiento sino de una propia conducta. La música transita hoy el camino de la creación de conciencia colectiva como lo a hecho en tantos años de historia de lucha y resistencia.
Sin cadenas de oro pero intentando brillar, la música enseña lo que en otros lados no se ve, lo que otros no quieren mostrar. Comprometida con difundir y ser parte de la vida cotidiana la música que recorre las calles de Nuestra América, persigue un camino, no de la imitación de los modelos que difunde la industria del entretenimiento sino de una propia conducta. La música transita hoy el camino de la creación de conciencia colectiva como lo a hecho en tantos años de historia de lucha y resistencia.
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